Palabrería tramposa (2)

Respuesta a: A la deriva digital

Francesc Borrell-Carrió

 

Byung-Chul Han (2023): La crisis de la narración, Barcelona, Herder. [285 pp, 11,40 euros]. 

 

Ignoro si solo me ocurre a mí, pero las películas de hace 40 años, salvo excepciones, me parecen convencionales, previsibles. Por supuesto eso me ocurre también con películas recién rodadas, sobre todo series televisivas. Me permito quince minutos diarios de zapeo, y compruebo —con alivio— que no hay ninguna serie que me enganche. En ocasiones las dos o tres primeras entregas de una serie, incluso la primera temporada, me parecen una maravilla por el lenguaje visual, la variedad de personajes, un casting e interpretación de aplauso. Por desgracia las productoras tiran de metraje y lo que era una perfecta marquetería de escenas, tensión y magia, se diluye en estereotipos, sobreactuación…  

El espectador actual es exigente, yo lo soy. El listón está cada vez más alto. Los efectos visuales, la fotografía, el sonido tienen que complementar un guion poliédrico, diálogos naturales, la percepción de que la vida se ha colado en la pantalla, y que el protagonista podría ser una persona conocida o tú mismo. Y para alivio de gruñones, aparecen creaciones memorables, The Good Wife, Breaking Bad, Vida perfecta, Borgen, etc., (al menos, insisto, las primeras temporadas).  

¿Estamos en una particular «crisis narrativa», como propone Byung-Chul Han? ¿Estropea el mercado la creatividad de la sociedad? ¿Emponzoña el neoliberalismo las mentes del ciudadano, reduciéndole a un mero receptor de porquería enlatada, un fast food intelectual? 

Juan Alberto Vich, con prosa coloreada e imaginativa, nos acerca a los argumentos de Byung-Chul Han. Un excelente resumen de sus ideas, de las que discrepo en gran medida. Posiblemente Juan Alberto Vich también tenga reparos, si atendemos al último párrafo de su artículo. Por mi parte los tengo, y no porque Han yerre en muchas afirmaciones, sino porque el cuadro final que pinta carece de verosimilitud.  

El libro de Han (1) aprovecha la desazón de la que habla Vich sin casi aportar idea novedosa, desde luego muy en su línea de poner las velas al viento que más sopla. Y ahora mismo sopla el viento del victimismo, el discurso antisistema, una suerte de romanticismo abstracto que nos hace soñar con el renacimiento de comunidades, al estilo de “otros felices tiempos pretéritos”, llenos de paz, encantamiento del mundo y convivencia. Las personas se sentían reconocidas y se contaban historias al amor de la lumbre, donde seres fantásticos bailaban entre las sombras y las llamas del hogar. ¡Ah, qué tiempos aquellos! En cambio, ahora el mundo está a merced de las narrativas científicas, las inundaciones las provocan DANAs, las sequías el cambio climático, y ni tan solo los purpurados se atreven a salir en procesión rogatoria, o a espantar tormentas desde los esconjuraderos. Según Byung-Chul Han no hay espacio para un mundo creativo y encantado, todo es storyselling 

Tengo para mí la existencia de autores que generalizan estereotipos para ganar el aplauso de un público determinado, un público que confunde pensamiento crítico con ser «escéptico de todo». Escéptico sobre todo de lo que suena a «oficial». Vendría a ser un anarquismo «a la carta», una manera de afirmarse en su individualidad. Pongo entre ellos a Byung-Chul Han. Diré más: esta manera de proceder la veo en autores y personas bien formadas intelectualmente, como si configurase un estilo del pensar.  

Entremos en materia. Leemos afirmaciones como las que reproduzco, y estos lectores ni parpadean, porque les reafirma en su posición antisistema: 

«Está haciendo furor la moda del storytelling, que es el arte de narrar historias como estrategia para transmitir mensajes emocionalmente, pero lo que hay tras esa aparatosa moda es un vacío narrativo, que se manifiesta como desorientación y carencia de sentido». 

Comentario: tiene razón, de eso podemos encontrar, porque mucha gente cree tener talento y prueba a ganarse la vida escribiendo…. Pero no se percata de que su escritura es 99% repetición desordenada de fragmentos que en su momento le han gustado. Lo vemos en la literatura, como en la música, como en la filosofía (2), artes plásticas, etc. Ahora y en el pasado, (con la diferencia de que el tiempo borra la mediocridad, como bien decía Berger (3) al referirse a la pintura). Pero la gracia está en descubrir el verdadero talento, y con tantos seres humanos sobre la faz de la Tierra, aunque solo sea por azar, haberlo, haylo. Continuemos: 

«En la Modernidad tardía, que es la era digital, tratamos de disimular la desnudez de la vida y de ocultar el absurdo vital a base de estar permanentemente posteando, dándole al botón de “me gusta” y compartiendo. El ruido de la comunicación y de la información impide que se nos revele el aterrador vacío vital. La crisis actual no consiste en “vivir o narrar”, sino en “vivir o postear”.» 

Comentario: claro que sí, pero consideremos el contra fáctico, redes sociales en las que la gente no postea, no envía sus clips ni sus likes, ¿no sería igualmente criticable? En tal caso no hablaríamos de ruido, ¡hablaríamos de silencio mortuorio! Además, muchos de los clips que se cuelgan tienen su gracia. La gente no es tonta, premia con likes los clips con chispa. Personalmente me veo incapaz de emular muchos de estos clips. Prosigamos: 

«El desencantamiento del mundo significa, antes que nada, que la relación con el mundo se reduce a la causalidad. La causalidad no es más que una de las posibles formas de relación. Su totalización provoca la pobreza en mundo y en experiencia. Un mundo mágico es aquel en el que las cosas entablan entre sí relaciones que trascienden el nexo causal y en el que intercambian confidencias. La causalidad es mecánica y extrínseca. Las relaciones mágicas o poéticas con el mundo significan que una profunda simpatía conecta al hombre con las cosas». 

Comentario: ¿Cómo puede caracterizarse nuestro mundo de esta manera tan… plana? ¿Acaso Han no tiene a su disposición —o desconoce— los autores de realismo fantástico… (García Márquez, Isabel Allende, u otros que nos encantan, como Vargas Llosa, nuestro memorable y olvidado Ignacio Aldecoa, y tantos otros)? ¿O quizás nos habla de un mundo religioso? Pero me sorprende que no diga las cosas por su nombre: estamos en un momento histórico donde irrumpe la narrativa de los científicos. Se produce un roce de la narrativa religiosa, tradicional y mágica con la científica, y se ofrece al ciudadano un abanico de interpretaciones. Breithaupt (4) entra de lleno en este mundo de las narraciones con varias ideas fuerza (selecciono solo algunas de su libro) que arrojan luz al debate: 

—Las narraciones ofrecen significado y las asimilamos para usarlas en nuestra vida cotidiana. 

—A su vez las narraciones perfeccionan estereotipos (atención a cómo caracteriza Breithaupt la vulnerabilidad) y dan capacidad de versionarlas de diferentes maneras. 

—Conocer nuestra propia narratividad, (un aspecto completamente ignorado en el libro de Han) nos hace ganar profundidad de mirada. 

Por todo ello, desde mi punto de vista Byung-Chul Han cae en dos tipos de mantras (5): 

  1. El mantra de que el consumo pervierte la bondad de las comunidades «naturales». Somos víctimas del neoliberalismo capitalista que nos manipula, aliena y victimiza. (Caramba, ¿a estas alturas redescubrimos a Althusser, Marcuse, Gramsci?). Sin embargo, ya hace mucho tiempo que no hay tales comunidades… Perdón, por supuesto tenemos congregaciones religiosas… ¡ah!, también la Comunidad de Vecinos. (Ahora que me han nombrado Presidente de escalera propondré un punto en el orden del día: “prosa y poesía”; quizás logre atenuar lo muy caóticas que son estas reuniones).  

En serio: todos pertenecemos a un cruce de tendencias y afinidades, lealtades y competiciones. Y ese neoliberalismo que nos impulsa a tener nevera, lavaplatos y coche se ha extendido desde Cuba a Venezuela, pasando por China y VietNam, (vaya, ¡cuántas comunidades emponzoñadas por el neoliberalismo!). Pero ser víctima de lo que sea, es un mantra que genera la simpatía de ese perfil tan común de persona que echa las culpas de todos sus males a fuerzas externas y contumaces. Rubert de Ventós y otros filósofos (Weber, Sartre, Diego Gracia, Hans Jonas…) ya se refirieron a esta tendencia como justificación de no asumir sus propias responsabilidades. Buscar al «malo de la película» en forma de burgués, fuerzas del mercado, políticos, o Estado… es una manera de evitar pensar la complejidad de las sociedades actuales. Pereza intelectual, diría Nietzsche, disfrazada de esnobismo (añado yo). 

2) El mantra de que la sociedad de consumo pervierte o anula la creatividad. Estoy en desacuerdo. Nunca en otro período histórico la creatividad había florecido tanto y en tantas áreas de la actividad humana como ahora. ¡Aunque solo sea porque somos 8.000 millones de personas! Y en cuanto a la ausencia de narraciones… ¡solo falta ver las muchas que ofrecen los políticos! Sin ir más lejos, Trump y muchos aprendices de brujos conspiranoicos… ¿Ya nadie recuerda la historia del 5G como causa del COVID19? Por suerte la narrativa científica limita el poder del pensamiento mágico. Bienvenido el “desencantamiento” del mundo. Pero en todo caso el mundo audiovisual explora «todo lo pensable» desde metafísicas muy diferentes. McIntyre (6) ya nos advirtió de que encontramos en cada momento histórico y para nuestra sociedad contemporánea todos los estratos morales que se han dado en nuestra historia. Y yo añado: también las diferentes explicaciones religioso-metafísicas “encantadoras” del mundo. Ojo con ellas, ¡más que poesía algunas traen barbarie!  

En resumen, el mensaje de Byung-Chul Han puede parecer un canto a recobrar las esencias humanas que estamos perdiendo. Creo más bien que defiende un «encantamiento del mundo» anclado en cierta religiosidad que le lleva a ver la historia manejada por fuerzas ocultas, y para las que propone cierta redención de los pecados, cierta epifanía (muy judeocristiana, añadiría Nietzsche)…  Su acierto es no concretar nada, dejarlo todo a la interpretación bienaventurada de cada cual y lograr el aplauso de cierto lector inconformista, un ciudadano que cree encontrar en Han un apoyo a su particular cruzada antisistema, o a sus buenos sentimientos de desear un mundo mejor. También gusta al ciudadano que por mostrarse escéptico cree situarse en un plano de mayor comprensión de la realidad, siempre en contra de cierto «discurso único» que cree identificar como el mayoritario. También puede levantar el aplauso de este estilo del pensar que consiste en atribuir a ciertas palabras, (por ejemplo «neoliberalismo», «sistema», «élites», «comunidades», etc.), la fuerza demiúrgica que concita todos los males o todos los bienes del mundo. Pero no señalemos la paja ajena: a todos nos gusta mostrarnos en las redes sociales como las buenas personas que creemos ser. ¿No forma parte —esta mostración— de nuestro esfuerzo narrativo?  

 

Referencias: 

1.- Chul-Han, B. (2023). La crisis de la narración. Barcelona: Herder. 

2.- Collins, R. (2005). Sociología de las filosofías. Barcelona: Editorial Hacer. 

3.- Berger, J. (2016). Modos de ver. Barcelona: Editorial GG.  

4.- Breithaupt, F. (2023). El cerebro narrativo. Madrid: Sexto Piso.  

5.- Borrell, F. (febrero 2024). Boletín Iatros. Una exposición pormenorizada de la lectura: https://humedicas.com/boletin-iatros-febrero-2024/ 

6.- McIntyre, A. (2014). Tras la virtud. Barcelona: Biblioteca de Bolsillo.  

Autor

  • Francesc Borrell, médico de familia (jubilado), profesor titular Departament Ciències Clíniques, (UB), Comitè Bioètica de Catalunya, Director Boletín Iatrós, Comité Editorial Folia Humanística. Fundación Letamendi-Forns.

    Ver todas las entradas

Comentarios y respuestas: revista@hedonica.es



CONSEJO ASESOR Javier Cercas, Félix de Azúa, Carlos García Gual, J. Á. González Sainz, Carmen Iglesias, Antonio Muñoz Molina, Amelia Valcárcel, Darío Villanueva.


Imagen Centrada y Ajustada

Editorial Tricastela


CARTAS DEL DIRECTOR


BOLETÍN MENSUAL


DESTACADOS

Imágenes con Borde Gris

Editorial Tricastela

Imágenes con Borde Gris

Editorial Tricastela

Imágenes con Borde Gris

Editorial Tricastela

EVENTOS

Eventos pasados Eventos próximos