Darle la palabra al diablo. Carta abierta a Anna Caballé
Con la contundencia habitual del Mundo Antiguo, los tribunales de la Santa Madre Iglesia solían incluir, entre las sentencias condenatorias de los herejes, la pena de cortarles la lengua. Afortunadamente, los avances de la civilización lograron que incluso a los condenados a muerte se les concediese el derecho a decir[Leer más…]